MONÓLOGOS EN BODAS
Ya son muchos los monólogos que llevo hecho en bodas. Y en estos años. he tenido bodas de todo tipo.
Ya son muchos los monólogos que llevo hecho en bodas. Y en estos años. he tenido bodas de todo tipo. Bodas en las que te contratan los mismos novios como regalo a sus invitados o bodas donde es alguno de los invitados el que contrata el monólogo como regalo para los novios.
Por otro lado, en algunas bodas el monólogo ha sido una completa sorpresa para todos los asistentes a la boda. Excepto para los que lo habían contratado, claro está. Cuando el monólogo es una sorpresa en la boda, a veces cuesta más empezar hasta que los invitados se centran en lo que está pasando.
Al ser una boda, algunos te piden que el monólogo no sea demasiado fuerte ya que suelen asistir sus respectivos padres y abuelos. Por el contrario algunos novios me piden que no me corte en absoluto que los que se casan son ellos y los que quieren disfrutar con el monólogo son ellos. Esta última me parece una sabia decisión porque hay bodas en las que estado actuando, que sinceramente los novios no se lo pasaban bien porque estaban más pendientes de que saliera todo bien que de disfrutar de su propia boda.
He hecho monólogos en bodas de todo tipo, en salones lujosos y en simples restaurantes. Bodas con novios realmente jovencitos y de otros no tan jóvenes. Incluso bodas gays, recuerdo una boda de dos chicas en la cual tuve que cambiar buena parte del monólogo y adaptarla a la situación.
Cuando me llaman para hacer el monólogo en una boda, siempre pregunto si prefieren que adapte el monólogo un poco a los novios. Si es así, les digo que me envíen datos sobre ellos, cómo se conocieron, sus gustos, sus aficiones, sus manías. Después a la hora de hacer el monólogo, a la gente le encanta que se hable un poco sobre el novio o la novia dentro de lo que es la historia del monólogo. Lo de personalizar el monólogo es una cosa que cada vez me piden más tanto en bodas como despedidas.
El mejor momento sin duda para hacer un monólogo en una boda es cuando los invitados están con el café, antes de la barra libre y el baile o disco-móvil. Es una manera muy eficaz y divertida de animar a la gente para que luego se levanten y empiecen a bailar.